La democratización de la hamburguesa

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#soymuyfandelapublicidad

mayo 14, 2014

No sé si fue la serie Periodistas, mi confeso amor a la comunicación o que
me fascinaban los spots de Coca-cola, que decidí estudiar Publicidad. En esa
época, la imagen del publicista molaba. Tenían un rollo moderno-creativo-molón,
que tú desde tu perspectiva de post adolescente deseabas tener. Además los
publicistas ganaban pasta, tenían mal horario pero buenas comisiones, iban a
muchos eventos, conocían a mucha gente y eran los más IN de toda tendencia.
Trabajaban en las agencias, en los departamentos de comunicación de las
compañías, en las consultoras de RR.PP y eran una profesión liberal de lo más
envidiada. Y lo mejor de ser publicista era la imagen que los demás tenían: “Los publicistas hacen los anuncios de Coca-cola.
Los publicistas son la ostia”
Por esa razón y porque, de verdad, tenía vocación por las Ciencias de la
Comunicación, estudié Publicidad y Relaciones Públicas. Acoto que esta segunda
parte de mi Licenciatura, no es formación nocturna reparte flyers, es algo
necesario en cualquier compañía, aunque el término de RR.PP lo veamos
relacionado con Pacha.
La verdad es que mis padres no me pusieron objeción ninguna a que dedicase
5 lindos años de mi vida a estudiar lo que a mí me gustaba. Ellos sabían que no
me equivocaba de carrera. Esto se lo agradeceré eternamente porque algo que me
molesta son los padres que no dejan a los hijos estudiar lo que les gusta y les
obligan a sacrificar los años universitarios en libros que aborrecen. Porque lo
que estudias puede ser a lo que te dediques el resto de tu vida, pero puede ser
que te dediques a otra cosa. Por eso, sea como sea, es bueno invertir tu tiempo
universitario en aquello que ames. La crisis ya te pondrá en tu sitio querido
licenciado
.
Pero, la imagen y realidad del publicista del siglo XXI ha cambiado
radicalmente. Los que estudian Publicidad en estos tiempos están sentenciando
su futuro: Ser becario hasta
que no puedan más
. Ese pobre recién
licenciado que se da golpes contra los muros de la pared de su casa,
acordándose de Lasswell, McLuhan, los mass media, el libro rojo de la Publicidad,… y llora desconsolado viendo como su hermano que estudió ADE tiene curro y él no. Y, a
ver, anoto que ahora la crisis es para todos, pero los comunicadores,
periodistas y publicistas lo tienen más negro, las cosas como son.
Pero, claro, luego te encuentras al que tiene suerte o al que dedicó todos
sus veranos siendo becario y hoy es: JUNIOR en una agencia. Ese, como diría mi
tía Enriqueta, es capitán general. Luego está el que curra en Comunicación o
Marketing, afortunadísimo de tener trabajo. Y luego están los afiliados
cuentan Premium Gold en Infojobs. Mi más sincero aplauso para ellos. Creo que
todos nos unimos en una causa: #jovenpublicistabuscaempleodigno
Pero, no he venido a lamentar de la publicidad, sino a honrarla y adorarla.
La publicidad es de todos y para todos. Crea nichos de mercados para que seas
rehén de sus sentimientos, te envuelve con sus premisas, te hace creer en que
los sueños se cumplen, te hace sucumbir al pecado… perdonad, ¡la publicidad es
leche! La publicidad mueve montañas… en palabras de Joseph Pulitzer, magnate de
la prensa americana: “la publicidad es el factor y la fuerza moral más grande
de nuestra vida pública”
. La publicidad empieza en uno mismo, en la manera de
expresarse, comunicarse, vestirse y actuar, es una herramienta de hacer de ti,
alguien deseable o completamente intratable.

Sobre todo, la publicidad deja campañas con un sabor único. Es por las
buenas campañas de publicidad por las que me merece la pena pertenecer a una
profesión que me apasiona – no hago los anuncios de Coca-cola, pero no me voy a
quejar  –. Y me apasiona que la sinergia de medios convencionales y digitales,
estos últimos liderando el mercado, saquen a la luz ideas tan brillantes.
Como no me cuesta decir que #soymuydemahou. La última campaña de la cerveza
Mahou, donde una docena de prescriptores de lujo (cine, deporte, música y
gastronomía) protagonizan junto a la “cremosísima cerveza Mahou” un spot basado
en sus experiencias con la cerveza. Una campaña real que, gustándote o no la
cerveza, inspira a los espectadores. Evidentemente, si te gusta la cerveza
Mahou, los prescriptores del spot te identifican ya que son abanderados de la cerveza en su vida pública. Escenas reales de amigos como la de Leiva, Iker Casillas, los actores: Marta Etura, Dani Rovira y Clara Lago. Experiencias de vida: ¿dónde fue tu primera caña? y ese aliento a rock con Loquillo y Cristina Rosenvinge. El espectáculo y el inicio de una historia de amor con Mario Vaquerizo y Alaska. Y, para mí, la historia más nostálgica y bonita, la unión de dos grandes de la gastronomía española: Lucio Blázquez, mentor de Casa Lucio: la cocina de solera, tradición y arraigo; y David Muñoz: el creador y maestro de Diverxo: donde innovación, potencial, éxito y 3* se unen, compartiendo un bonito encuentro.
Y es por esta clase de anuncios por lo que siento que la publicidad inspira a todos y, por ello, me manifiesto:
#soymuyfandelapublicidad

Deja un comentario · Categorías: Cultura Tags: #soymuydemahoy, coca-cola, democratizacion de la hamburguesa, mahou, publcidad, spots

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