El arte tiene la misión de
sorprender al espectador a través de los 5 sentidos. En el caso del Arte Urbano o Street Art, se desea hacer participe a los viandantes de la calle
de una obra que siempre tiene un mensaje. Un mensaje subversivo que hace una
irónica crítica de la sociedad, con un trasfondo moral, ideológico y
propagandístico que invita al espectador a la reflexión. Se trata de un arte
ilegal que en su uso decadente ha determinado espacios manchados de pintadas,
creando una no estética del espacio e infravalorando un tipo de arte con un
valor más que visual. El arte urbano ha protagonizado verdaderas campañas
publicitarias y propagandísticas, aunando técnica y mensaje, para hacer a sus
receptores reflexionar.

La libertad de exposición es
total: cualquier sitio con visibilidad es válido con el fin de que su
creatividad sea contemplada por el público. Este tipo de arte alberga un
híbrido entre el graffiti, usando plantillas, pegatinas, pósters y esculturas, dejando
su impronta de la manera que sea. Se trata de un arte efímero, por lo que la
llegada de Internet ayudó a poder compartir estos trabajos fotografiados con
millones de espectadores.

Y hablando de la viralidad de
este arte, he de nombrar a los exponentes más importantes: John Fekner es un artista callejero estadounidense que ha creado
cientos de trabajos sobre medio ambiente, sociedad y política en todo el mundo. Otro
también importantísimo es Blek Le Rat,
de origen parisino, considera el arte urbano como una evolución del arte a
pesar de su ilegalidad.  El artista
urbano y diseñador gráfico estadounidense, Shepard
Fairey, es famoso por sus pegatinas con la imagen del luchador televisivo
André el Gigante y por el retrato de Barack Obama que, el ahora presidente de los
EE.UU, utilizó para su campaña política.

Aunque el más prolífico y, para
mí, el mejor, por su técnica, estilo y mensaje es Banksy. El artista urbano de origen británico sin cara (no es que
no tenga rostro, sino que  nunca ha
dejado ser retratado para salvaguardar su identidad).  Es conocido por colgar sus obras de forma clandestina en
museos como el MOMA o la Galería Tate Modern de Londres, entre otros. El líder
del arte con mensaje capaz de expresar ideas en espacios contradictorios. Fue
en el 2005 cuando pintó el muro de Gaza y la prensa internacional se hizo eco
de quien era Banksy. Sus trabajos se
encontraban en todo el mundo y él siempre se ha mostrado elusivo.  Hace varios años, en la Universidad,
tuve la suerte de ver el documental “Exit through the gift shop”. Producido
por Banksy, narra la historia de
este arte y del porqué, el mensaje, la crítica y las consecuencias del mismo. Hace unos días ha vuelto a saltar a las noticias con nuevas manifestaciones artísticas.

Algunos son verdaderos artistas,
otros son insurrectos que hacen de la simple mancha en un cierre la decadencia
del arte urbano. El punto en común es reivindicar el espacio público como
espacio principal para la vida artística y cultural. Tal vez estés o no de
acuerdo, pero hay obras que hacen soñar.

Termino con una frase de Picasso: “Los malos artistas copian, los grandes artistas roban”