Siento mucho el retraso, he pillado un atasco increíble. Me quedé esperando en una estación fantasma y ningún tren tenía dirección: mi destino. El teléfono se quedó sin conexión 4G y sólo me dejaba hacer llamadas de emergencia. Y, por supuesto, los tacones me han dejado los pies sin ganas de caminar y descalza no pude llegar muy lejos. Además, me he entretenido hablando por el camino, entre terraza y terraza. He encontrado el antídoto para el verano, este verano 2014 en el que el calor no es protagonista. Pero, siento que no tengo tiempo. Los días se agotan, las semanas pasan y, a veces, tengo la extraña sensación de que hago mucho en pocos minutos y algunas horas se marchan sin darme cuenta de su existencia.
Y, en este tiempo, he pensado, en una barra de un bar sin nombre o de camino a casa, ¡qué podía contar! Qué podía ser lo suficientemente salvaje, más que el concierto de hoy, ¡qué promete! Barajé la idea de crear una lista de cosas sugerentes, un manual de uso para el hombre versión 3.0, la elección del bikini perfecto o contar la mejor historia de amor…
Pero tanto pensar y tan poco tiempo, que ha llegado el verano y yo sin tener nada escrito. Justo, un fin de semana antes de que comenzara oficialmente el verano, yo lo estrené escapando de Madrid. Esto todo un lujo irte siempre que lo hagas en buena compañía y a un destino que merezca la pena. Y no hace falta irte muy lejos para descubrir parajes que sucumben a los cinco sentidos por completo.
Y es en una playa, en donde el tiempo se para, es cuando te das cuenta de lo rápido que vives.
Estar en una playa sumergida entre cuevas, escuchar a un Dj increíble, disfrutar de una cerveza helada, contemplar un atardecer de poesía y sentir una temperatura fantástica. El cóctel perfecto para desconectar y resetear el sistema.
Te dejas llevar por una inmejorable sensación de: “el tiempo pasa muy deprisa, no tienes tiempo de nada, pero siempre, hay un momento en el que el tiempo no pasa tan deprisa y tienes el lujo de saborearlo sin control”.
Y esto lo digo porque todo estamos igual. Trabajamos y salimos mucho, descansamos y disfrutamos poco, por eso, es bueno desconectar de vez en cuando, perderse de la contaminación y el ruido. Por suerte, el verano es lo bueno que tiene, te permite un break llamado vacaciones. Para algunos son más largas y para otros son escasas, pero sean como sean, siempre sientan bien.
¡Feliz inicio de verano a todos!




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