Mientras caminaba por el andén pensaba en nuestro último adiós al cerrarse el vagón.
En ese instante en el que se cerraron las puertas, separando tu vida y la mía. ¿Por qué no corrí para poder ir contigo?
Tal vez, porque creía que andarías más lento y me esperarías.
Ojalá, fuésemos juntos sentados, disfrutando del viaje, parada a parada.
Ahora, sin ti, recuerdo tu rostro a través del cristal de la puerta, sigo caminando por el andén inmersa en minutos que no pasan.
Sin dirección, espero el tren que me lleve a ti.
#microrrelato